

Como sabéis, en muchas ocasiones utilizamos las redes sociales como canal para mostraros la realidad interna de CREAS. Hay veces que no sólo sobra con transmitiros con palabras nuestra forma de acompañar a los niñxs, también es necesario verlo.
Muchos niños y niñas con dificultades del aprendizaje, se encuentran con un currículum al que han de acceder y, aunque se apliquen adaptaciones, en ocasiones no es suficiente.
Hoy os traemos un trocito de la sesión con A. tiene una adaptación no significativa en algunas asignaturas y justo al día siguiente tiene un examen de sílabas y de los “horribles” diptongos.
Para niñxs que presentan ciertas dificultades en el aprendizaje, todos los contenidos que estén relacionados con la metafonología suelen ser difíciles de comprender e interiorizar. A veces, si observamos la forma de aprender del niñx, podremos saber qué debemos modificar para que se vuelva accesible.
SEPARACIÓN EN SÍLABAS
En esta ocasión, teníamos que empezar por el principio: la separación de las palabras en sílabas. Para que fuera más lúdico y se pudiera interiorizar, con la ayuda de un xilófono, asociamos números a varias de sus teclas. De esta forma, cada vez que elegíamos una palabra al azar, tocábamos el xilófono, dándole una musicalidad a las sílabas que favorecía los diferentes golpes de voz.
¿CÓMO SE LLAMA ESTA PALABRA?
Cuando este primer paso estaba conseguido, pasamos a asociar el número de sílabas de la palabra al concepto, monosílaba, bisílaba o trisílaba. Parece fácil, pero para muchxs niñxs no lo es. Lo que propusimos fue asociarlo con unas palabras conocidas y que comparten el mismo prefijo: monociclo, bicicleta y triciclo, con sus respectivos dibujos. Es decir, aprovechamos un aprendizaje con el que ya contaba la niña, para aplicarlo al nuevo contenido trabajado.
¿QUÉ ES UN DIPTONGO?
A veces resulta complicado saber qué es un diptongo, y sobre todo, identificarlo en las palabras. Para entender el concepto, contamos una historia. Había dos tipos de vocales, unas tenían mucha mucha fuerza, otras eran algo más débiles y necesitaban el apoyo de otra vocal. Cuando coincidían dos de las fuertes, ¡no había problema! No necesitan ningún apoyo para poder andar. En cambio, cuando tenían al lado una de las vocales débiles, si las dejaban solas, la marcha era mucho más complicada y acababan cayéndose. Necesitaban el soporte de una fuerte.
A través de esta historia, A. integró los tipos de vocales qué habían, cuándo podían separarse y cuándo no. Comprendiendo así, lo que era un diptongo.
¿CÓMO LO IDENTIFICAMOS EN PALABRAS?
En esta ocasión, componíamos palabras con letras móviles de madera. Algunas propuestas por la terapeuta, otras por la niña. A. separaba primero las sílabas en el xilófono, después lo hacía en las letras móviles. Una vez sabía cuántas sílabas tenía la palabra, identificaba cuál era su nombre (monosílaba, bisílaba o trisílaba) y por último, comprobaba si había diptongo y, por lo tanto, no se podía separar o sí.
Pese a que la interiorización de estos contenidos va a suponer un largo proceso de aprendizaje, conseguimos que A. pudiera acceder a ellos a través del juego y la manipulación, comprendiendo cada paso y acercándonos un poquito más a su interiorización.
Lorena Solbes Gálvez
Psicopedagoga y Experta en el Acompañamiento respetuoso de niños y niñas