

Internet y las redes sociales poseen infinidad de ventajas para nuestra vida cotidiana y la tecnología es abordada en términos de oportunidades para el futuro, pero ¿qué impacto pueden tener en las personas usuarias de estos medios?
En la actualidad, se habla de los medios de comunicación como agentes importantes a la hora de transmitir mensajes sobre el anhelo a la delgadez y la creencia del cuerpo ideal, algo que tiene un gran impacto en esta sociedad, ya que en nuestro sistema de valores y creencias existe una elevada dependencia entre autoestima y atractivo físico.
Además, la revolución tecnológica con la aparición de las redes sociales, más utilizadas sobre todo por los jóvenes, ha supuesto un aumento en la presión sobre el aspecto físico debido a la exposición constante del ideal de belleza. Rodearnos de este tipo de información cada día influye en la adquisición de la imagen corporal.
Los adolescentes, que por su edad poseen una imagen corporal inestable y poco definida, se encuentran muy sensibles a la manipulación, ya que tienen tendencia a definirse físicamente mediante la comparación con los otros y no poseen los recursos necesarios para defenderse de estas campañas publicitarias.
La mera exposición a escuchar comentarios acerca de lo guapxs que son o de la perfección de los cuerpos de las modelos e influencers, dispara el proceso de comparación de estos adolescentes. Esto influye negativamente en su autoimagen, en su estado de ánimo y en la creación de distorsiones perceptivas con respecto a su volumen corporal.
Debido al incremento de uso entre los más jóvenes de la red social Instagram, esta tendencia a la comparación se hace más evidente. Por una parte, nos encontramos con la comparación constante con los y las influencers a los que siguen, pues envidian su estilo de vida y su físico. Este tipo de comparación crea un peligro para los adolescentes, pues estos perfiles influyentes de Instagram encarnan un punto de encuentro entre modelos famosxs y personas conocidas atractivas, favoreciendo la presión social por alcanzar el físico perfecto.
Por otra parte, nos encontramos con los likes o “me gusta” en las publicaciones, algo que puede tener consecuencias negativas para el usuario. La necesidad de likes es una de ellas. Esta surge por ser el sustento del valor de nuestro yo digital, es decir, lo que hemos decidido mostrar de nosotros, nuestra mejor versión. En muchas ocasiones, permitimos que el juicio de los demás determine nuestra autoestima, en ocasiones relacionada, con el hecho recibir menos “me gusta” de los esperados, siendo percibido por lxs usuarixs como un tipo de rechazo social.
Debido a estas dos características importantes de esta red social, y, puesto que precisamente la adolescencia es la etapa donde existe más vulnerabilidad de padecer un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), la comparación social es clave y la sobreestimación de la delgadez en los medios de comunicación y redes sociales, juega un papel importante como factor de vulnerabilidad a los trastornos de la conducta alimentaria.
El verdadero peligro de estos mensajes acerca del ideal de belleza y la perfección mediante las redes sociales determina que, los/las adolescentes llegan a la conclusión de que la delgadez les va a ayudar a conseguir aspectos como trabajo, éxito, amistades o felicidad. Por ello, es de gran importancia concienciar en el buen uso de las redes sociales y trabajar para la prevención de este tipo de trastornos.
Clara Gandía Sánchez
Psicóloga Experta en Adolescentes, Trastornos de Alimentación, Duelo y Trastornos de Ansiedad