La articulación de la cadera está compuesta por la cabeza del fémur, que tiene forma esférica, y encaja en el acetábulo, que está ubicado en la pelvis, y tiene forma cóncava. De esta manera la cadera se muestra estable y con una adecuada movilidad. En ocasiones, el bebé muestra alguna alteración en estas estructuras, normalmente en el acetábulo, siendo muy plano o estando en una orientación que no facilita que se encuentre con la cabeza del fémur, provocando lo que llamamos displasia de cadera.
Su detección suele realizarse en los primeros días de vida, ya que las maniobras que se emplean para ello están incluidas en la exploración normal del recién nacido por parte del pediatra, especialmente si el bebé venía de nalgas o tiene antecedentes de displasia de cadera en la familia, ya que esto aumenta la posibilidad de sufrirla. Es importante la detección precoz, ya que así es mucho más probable tener una buena evolución.
Como prueba diagnóstica complementaria se realiza una ecografía donde se podrá confirmar la displasia de caderas y el grado de gravedad. Si son bebés mayores de 6 meses, entonces se necesitará una radiografía.
El tratamiento suele ser ortopédico en la mayoría de los casos, con un arnés o pañal especialmente diseñados para mantener las caderas en una postura de “rana”, ya que así es como la articulación se encuentra más protegida y congruente. Y suele llevarse durante unos 3 meses o el tiempo que sea necesario para la buena formación de la articulación. Solo en algunos casos, no evolucionan adecuadamente y puede ser necesaria la intervención quirúrgica.
El fisioterapeuta infantil acompaña al bebé y su familia durante este proceso con los siguientes objetivos, promoviendo una mejor calidad de vida y desarrollo global y armónico del bebé:
- Asesorar a los padres sobre pautas de manejo en el día a día: las mejoras posturas para cogerlo en brazos, para amamantarlo, etc.
- Acompañar su desarrollo motor, ya que la férula va a limitar su movilidad y por tanto puede alterar su desarrollo, proponiendo actividades que puede realizar con la férula puesta y aquellas que será importante realizar en el ratito al día que no la lleve.
- Detectar y tratar patologías que pueden venir de forma conjunta con la displasia de cadera como tortícolis musculares, asimetrías de columna o alteraciones en los pies.
- Dotar a los papás de otras herramientas a nuestro alcance como el porteo ergonómico, que además de ser beneficioso para muchos otros aspectos, tanto para el/la bebé como para el adulto que lo portea, les ayuda al correcto desarrollo de la cadera si se hace de forma adecuada; así como el masaje infantil, que resulta también muy positivo por sus efectos relajantes, circulatorios, sensoriales y emocionales.