

Parece que llega el buen tiempo y nos apetece más dejar de lado los calcetines gordos y las botas para dejar que a nuestros pies les de un poco el aire y el sol. Además de estar a gustito, ir sin zapatos y sin calcetines tiene numerosos beneficios para nuestros y nuestras peques. Para entender mejor estos beneficios es necesario conocer que las primeras capacidades que aprendemos desde bebés vienen a través de los estímulos sensoriales y de las respuestas motoras que producimos. Estas sensaciones nos darán información del entorno y de nuestro propio cuerpo para conocer y desenvolvernos en el mundo que nos rodea. Hacer uso de zapatos demasiado temprano (por ejemplo, en bebés que aún no andan) o durante todo el día produce limitaciones en los estímulos que los pies reciben. Por lo tanto, al quitar el calzado estamos consiguiendo:
- Estimular las capacidades cognitivas en las etapas de preandante. A partir de los 7-8 meses de edad, los bebés empiezan a manipular sus pies con las manos y la boca proporcionando importantes estímulos sensoriales necesarios para su desarrollo psicomotor.
- Reforzar la musculatura. Al pisar distintas texturas y superficies irregulares, conseguirá a trabajar la musculatura del miembro inferior y toda la involucrada en el equilibro.
- Integrar las sensaciones. Las manos, los pies y la boca son las áreas más sensibles del cuerpo. Que un niñx, sobre todo en edades tempranas, tenga espacios en los que ir descalzo no solo es beneficioso, sino que es necesario. Es importante que toque, sienta y clasifique distintas texturas y sensaciones par desarrollar tanto su sistema táctil como su sistema propioceptivo. Algo tan sencillo como permitirle explorar lo que desea en un entorno seguro es la base para desarrollar adecuadamente otras funciones cerebrales más complejas.
- Desarrollar un corrector esquema corporal. Desde bebés hasta el final de su desarrollo sensoriomotor necesitan explorar para conocer los límites y la posición de su cuerpo para poder manejarlo de forma eficaz.
Esto no solo afecta a quienes se están desarrollando, las personas adultas también obtenemos diversos beneficios de caminar sin zapatos:
- Estimular los músculos de los pies que normalmente quedan protegidos por el calzado.
- Mejora la circulación sanguínea del miembro inferior.
- Liberar estrés debido a la estimulación de las terminaciones nerviosas que se encuentran en nuestros pies.
- Reducir las tensiones acumuladas por estar varias horas sentados.
Pero… ¡ATENCIÓN! Que algo sea bueno no quiere decir que no debamos tener precauciones:
- Caminar por un entorno controlado: que no haya cristales ni objetos con los que nos podamos hacer daño.
- Hacerlo en casa o en lugares que sepamos que están limpios, evitando zonas públicas o muy sucias.
- No hacerlo sobre suelos húmedos en los que podamos escurrirnos o puedan existir hongos.
- Si se hace al aire libre, césped o playa, vigilar que el suelo no esté demasiado caliente.
- Evitar ir descalzos en ambientes y épocas de demasiado frío para evitar resfriados, etc.
¿Y si los y las peques no quieren ir sin zapatos?
Puede haber distintos motivos por los que les incomode ir descalzos: hipersensibilidad, dolor muscular, miedo asociado a algún suceso… Los signos de alarma ante estos casos serían: expresión de dolor, rechazo continuado y sin motivo aparente, reacciones exageradas ante estímulos corrientes (como la arena, césped, etc.), rechazo total al corte de uñas o a que le toquen los pies… Si se detectan estos signos y/u otros que llamen la atención, lo mejor será acudir al profesional adecuado para que nos oriente sobre el tema (podólogos, fisioterapeutas, psicólogos, terapeutas ocupacionales, etc.).
Es importante que esta actividad no sea una obligación para nadie, sino una actividad más para disfrutar en familia. Así que, siempre que se pueda, ¡calcetines fuera!
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- Gentil García I. Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes. Revista Internacional de Ciencias Podológicas Vol. 1, Núm. 1, 2007, 27-34.
- Mailloux Z. Explorando el sentido del tacto. zoemailloux.com
- Ayres J. La integración sensorial en los niños: desafíos ocultos. TEA Ediciones.
- Alfaro V. Es bueno que los bebés y niños caminen descalzos. podoactiva.com
- Carbó A. Caminar descalzos en casa es bueno para nuestra salud podológica. podoactiva.com
Rosa Sánchez Alarcón
Terapeuta ocupacional