Entramos en la etapa en la que lxs niñxs empiezan a tener más desarrollados sus sentidos, por lo que ahora mismo todo lo que hay cuando levantan la cabeza, es increíblemente interesante y motivador!
En esta fase, como en todas, el papel del cuidador/a es el de procurarle seguridad, transmitirle todo nuestro amor en cada momento del día y ofrecerle oportunidades para que nuestrx peque vaya desarrollándose lo más óptimamente posible.
Y, ¿cómo le acompaño durante estos meses?, ¿qué recursos puedo utilizar?, ¿será demasiado pronto o demasiado tarde para…?, ¿tendrá suficiente estimulación?
Todas las sugerencias que ya os hicimos en el post sobre la etapa de 0 a 3 meses, las podemos seguir aplicando. Todo dependerá de dónde se encuentre nuestrx bebé a nivel de desarrollo y de sus preferencias.
Vamos allá!
Tummy time: Conocido también como el tiempo que nuestrx bebé para boca abajo. Seguro que el/la pediatra os ha dicho desde los primeros días lo importante de poner a vuestrxs peques con la barriga en una superficie para fortalecer los músculos del cuello y la espalda. Pues bien, cuando llegamos a los 3 meses, nuestrx bebé ya ha adquirido bastante movilidad y control de su cabeza, pero también de sus extremidades. Veremos que intenta darse la vuelta, que hace fuerza con sus piernas para intentar reptar…Si le ofrecemos estos momentos de “suelo”, les estaremos dando la oportunidad de que se mueva libremente, ayudando a su desarrollo neurológico y motor. Para saber cuándo acompañar a nuestrxs bebés en su desarrollo de manera más activa, será de gran ayuda leer sus señales. Que no tenga sueño ni hambre y que percibamos ganas de jugar e interaccionar con su entorno, nos dan pistas de que puede ser ese un momento perfecto.
Al principio, puede ser que a tu hijx no le guste estar mucho tiempo así. No te preocupes, es normal. Se debe en muchas ocasiones a la frustración de no poder volver a la posición inicial (boca arriba), a la reducción de su campo visual o a la dificultad de alcanzar algún objeto. Conforme sus movimientos vayan madurando y sus habilidades motoras creciendo, disfrutarán de estos momentos, sobre todo, porque será la antesala al desplazamiento.
El cómo acompañar estos momentos no será más que con presencia (que no es poco) y actuando como su sostén emocional. Que ellxs sepan con certeza que ante cualquier momento de angustia mamá/papá está cerca y disponible, será lo que les dé la seguridad para seguir conquistando nuevos descubrimientos. Cuando intuyamos incomodidad en nuestrxs hijxs, el momento de exploración ha llegado a su fin. Algunos días será un ratito de 10 minutos, otros serán varios momentos de juego de 5’… Todo dependerá de ellxs. Nosotrxs sólo hemos de respetar sus decisiones y ritmos.
Materiales que rueden: Van a ser ideales para favorecer el desplazamiento. Al principio alargarán sus extremidades superiores para intentar agarrarlo, después voltearán, o quizá empezará a reptar. Más tarde subirá el culete e intentará avanzar con sus piernas… Estos pasos no son exactos, cada niñx elige su propio camino y tiene sus ritmos particulares. Los materiales se los podemos poner delante o ligeramente hacia los lados, de esta forma estaremos favoreciendo el volteo en nuestrxs bebés, que suele aparecer en esta franja de edad. Juguetes como el rodari, la pelota Pikler o la Montessori, serán perfectas para esta etapa.
Recursos sensorialmente ricos: Objetos de diferentes texturas, temperaturas, colores y pesos, no necesariamente “juguetes” como tal, se convertirán en sus imprescindibles. Algunas ideas pueden ser flaneras, cucharas de madera o de metal.
Para elegir el material de una forma adecuada para evitar accidentes debemos tener en cuenta que:
– No sea demasiado pequeño
– No se deshaga
– No pese en exceso
– No pueda pinchar o cortar
Permítele explorar con su boca: Nos habremos dado cuenta de que nuestrx bebé babea mucho más que antes y, además, quiere chupar y morder todo. También es normal, sus glándulas salivales se han activado y además la boca es el órgano de exploración más desarrollado que tiene. De ahí, la importancia de dejarle hacer, ofreciéndole recursos alternativos a los mordedores de plástico, cuyo peso, temperatura y textura no varía. Siempre bajo nuestra atenta mirada.
Interacción con sus iguales: A estas edades las interacciones con otrxs niñxs van a ser muy escasas, limitándose a coger de la camiseta, agarrar el juguete del otro… Pero aunque a veces pensemos que no sirve de nada, estaremos creando modelos de interacción social. También servirá para que nuestrx peque se vea reflejado en otras personas, observe e interiorice la conducta humana. Actividades como el cucú-tras, serán ideales para estas edades y claves para asimilar el concepto de permanencia.
Interacción con el entorno: Será básico que nuestrx bebé salga a la calle, a la naturaleza, que conozca que formamos parte de un lugar mucho más extenso que casa. Ahí encontrará estímulos que le permitirán hacer hipótesis, sacar conclusiones y, en definitiva, aprender.
Como siempre os decimos, podéis hacednos llegar vuestras dudas o sugerencias a través de cualquiera de nuestras redes sociales. Estaremos encantadas de intercambiar información con vosotrxs!
Lorena Solbes Gálvez
Psicopedagoga y Experta en el Acompañamiento respetuoso de niños y niñas